Me he apuntado a la moda de las tartas fondant gracias a que mi cuñado Jesús me regaló un paquete de este material, y así que me decidí a decorar una tarta para mi cumpleaños. Creí que el proceso iba a ser muy complicado, pero para nada, lo único, es que hay que saber modelar la masa para hacer figuritas y demás decoraciones, y mucha paciencia, cosa que yo no tengo, por desgracia. Pero poco a poco.
INGREDIENTES
- Masa fondant de color blanco (hoy en día en Cartagena se pueden adquirir, por ejemplo, en una pasteleria que se llama De Dulce)
- Tinte alimentario azul y amarillo.
- Bizcocho de vainilla, es el mismo bizcocho que hago de yogur sólo que éste es de sabor vainilla y lo podemos encontrar en Mercadona de la marca Hacendado y le añado 3 ó 4 cucharaditas de azúcar avainillado, y os puedo asegurar que está especial.
- Ingredientes para el relleno:
- una tarrina de queso tipo Philadelphia
- 2 ó 3 cucharaditas de azúcar avainillado
- Azúcar glass.
- Para el garnache, que nos va a servir para unir el fondant al bizcocho, podemos utilizar desde mermelada, hasta nocilla... pero yo lo he hecho con chocolate fondant, un poco de leche y un chorrito de brandy.
Realizamos el bizcocho, y una vez hecho y frío se coloca del revés para que el fondant se quede en la parte superior totalmente liso, y si es necesario, cortar el pico que casi siempre suele sobresalir del bizcocho y así esté mas equilibrado en la base.
Mientras habremos hecho nuestro relleno: echamos el queso, la vainilla y el azúcar glass, esto a ojo, hasta que veamos que el queso queda más espeso.
Rellenamos el bizcocho, después de derretir el chocolate y echarlo por encima y el costado del bizcocho, procedemos a poner el fondant estirado sobre el mismo, y para finalizar decoramos. Existe un rodillo especial para estirar el fondant, pero yo lo he hecho con el de todo la vida procurando que el espesor sea el mismo, y la verdad, no ha quedado nada mal.
Lo he decorado con unas flores, previamente tintadas de azul y amarillo, que he cortado con un cortador de galletas y las he pegado con el fondant con un poco de mantequilla, y con el lazo he hecho lo mismo.
La verdad es que estaba muy buena, pero lo que pasa con este tipo de tartas, es que todo el mundo o casi todo retiran el fondant porque resulta demasiado empalagoso y pesado, así que quedó casi todo intacto en los platos, pero les sorprendió muchísimo la presentación.
Ahora una fotito de como quedó por fuera y cómo por dentro.
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